Había una vez una niña soñadora a quien le gustaba soñar que volaba sobre nubes, pero no tenía la energía suficiente para echarlas a volar. Pasaba los días soñando sola, soñando con esas nubes que la llevarían a donde sus sueños quisieran ir, hasta que un día conoció a un niño soñador que decía saber volarlas.
Ella se enamoró al instante y quiso volar con él, pero él no estaba listo para volar con nadie, no quería compañía en sus viajes. A la niña soñadora que soñaba con volar sobre nubes no le importó y lo siguió intentando, todos los días de su vida los dedicó a demostrarle al niño que decía que sabía volar y le gustaba hacerlo solo que ella era merecedora de volar con él, que su sueño era el mismo y debían estar juntos.
Pasaron varios años, muchas dudas y mucho sufrimiento hasta que el niño que decía saber volar decidió que estaba listo a volar con ella. La niña soñadora que soñaba con volar sobre nubes era muy feliz, no sólo iba a volar sobre nubes, sino lo haría con el niño que decía saber volarlas al que amaba con todas sus fuerzas. Pero los sueños tienen sus sorpresas, no son iguales a lo que uno sueña, no siempre se cumplen. El niño que decía saber volar, no sabía volar, era sólo otro niño soñador que soñaba con volar sobre nubes, igual que ella.
A la niña soñadora que soñaba con volar sobre nubes esto no le importó, era aún mejor, ahora no estaba sola, ahora eran dos niños soñadores que soñaban con volar sobre nubes, juntos. Así que decidieron soñar juntos, aprender juntos a volar sobre nubes. Hicieron varios intentos y lograron elevar algunas, volar un poco, soñar otro poco, pero cada vez que lograban elevar una nube y empezar a volar, ella se descubría sola y, cuando esto pasaba, la nube reventaba y caía de bruces al suelo, quedando lastimada, algunas veces poco y algunas veces mucho.
La niña soñadora que soñaba con volar sobre nubes tardó en darse cuenta que el niño soñador que soñaba con volar sobre nubes estaba atrapado en una burbuja que lo mantenía pegado al suelo y que esta burbuja en realidad era un cubo con esquinas filosas que reventaban las nubes de sus sueños cuando intentaban volar juntos.
Pasaron los días, los meses y los años y la niña soñadora que soñaba con volar sobre nubes no ha podido levantar el vuelo, su sueño parece muy cercano, pero no logra alcanzarlo, ahora espera. Espera que el niño soñador que sueña con volar vuele con ella. La niña soñadora lo espera y lo seguirá esperando, porque ahora ya no es la niña que deseaba volar; con los años se ha convertido en una mujer que hace despegar a los soñadores del suelo; una niña grande que baja las nubes con amor.
8.22.2005
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